¿Toro?. ¡No!. Es un eral.

Vino encerrado en una botella borgoñona que está vestido con una desafortunada etiqueta. Hay que mejorarla. Correcto el corcho que la cierra que es de silicona porosa y que está muy debilmente tintado por la cara que está en contacto con el vino.

    A la vista un color rojo picota con débiles notas violáceas de capa media alta. Gruesa lágrima que se desliza con pereza por el cáliz de la copa a la que insignificántemente tinta. Ribete granate y debil cardenalicio.

    En nariz frutas rojas maduras, madera en segundo término. Notas de mineralidad y balsámicas.

    En fruta es fresco, jovial, frutal, con poca corpulencia para ser un Toro. Madera integrada y casi pasa desapercibida. Mantiene una fresca acidez que le puede dar 2-3 años de vida en perfecta forma. Correcto y frutal paso de boca. Es un vino largo. Me da una permanencia de 2,50 minutos. No es un Toro al uso.

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