La labor callada se deja oir.

Botella nº 12.856 de 15.300 botellas de producción. Vino encerrado en una botella borgoñona que está vestida con una elegante y sencilla etiqueta que rezuma modernidad. El corcho que la cierra de gran calidad, significado con la añada y nombre del vino. La cara que está en contacto con el vino, tintada.

      A la vista un color rojo picota de capa media alta. Muy limpio y muy brillante. Abundante, gruesa y lenta lágrima en su deslizamiento por el cáliz de la copa, al que muy ligeramente tinta. Ribete granatoso y rubí.

      En nariz abundantes y frescas frutas rojas. Débiles ahumados de su permanencia en barrica de roble. La elegante madera deja paso a su fresca y sazonada fruta. Sin aparecer aromas terciarios. Promete una vida muy larga.

      En boca muy elegante, sedoso, equilibrado, carnoso, muy frutal, con volumen, con los taninos domándose, madera muy bien integrada y en muy segundo plano. ¡Manda la.....fruta!. Notas de mineralidad, balsámicas y de pimienta negra. Mantiene una fresca acidez que invita a beber y beber y que con su equilibrio de acidez total y alcohol, le va a dar infinita vida. Más de 20 años sin ningún problema. Elegante, fresco y sedoso paso de boca. Es un vino muy largo. Me da una permanencia de 4,00 minutos.

     Sin ningún genero de dudas , estoy ante un gran vino de Rioja. Felicidades D. Rafael Vivanco.