Homenaje a un gran mexicano, el Dr Canseco.
Este vino se elabora en homenaje a una gran persona, el doctor Carlos Canseco, nacido en Tampico pero hijo adoptivo de Monterrey, mi ciudad natal. Tuve la fortuna de conocerlo bien, además de que conservo una buena amistadcon algunos de sus nietos, los hermanos Probert-Canseco.
El doctor Carlos Canseco fué, entre muchos otros méritos, uno de los mas importantes alergólogos en mi país, fué el principal precusor a nivel mundial del combate de la polio, y además fué uno de los pilares de la organización Rotary Internacional, de la cual fué presidente, y cuyo principal objetivo es juntar fondos para obras de beneficiencia a nuestros hermanos menos favorecidos. También fué secretario de salud del estado de Nuevo León y nombrado como uno de los "heroes de la salud de las Américas". Y por último el Dr Canseco fué un gran amante del buen vino, sobre todo mexicano. Tengo gratos recuerdos de conversaciones con él sobre la que, en aquella época, era una incipiente cultura del vino en mi ciudad. Por ello se elaboraron estas botellas conmemorativas, de cuya venta se obtienen becas para estudio de post grados a alumnos brillantes pero de bajos recursos.
El vino: vino de color cereza picota, prácticamente opaco. Aroma con prediminio a frutas rojas, recuerdos de cerezas maduras, notas a maderas finas recién cepilladas, y aromas a hierbas secas de provenza típicas de la Cabernet Franc. Muy buen carácter varietal de una cepa que no es muy común que se vinifique como monovarfietal, y menos en esta zona. Bien, un vino que me ha gustado, independientemente del aprecio que le guardo y la cuestión sentimental.
En boca es un vino cálido y concentrado, con cierta rusticidad que denota el carácter de la tierra donde lo ve nacer. Taninos finos pero aún secantes. Muy buen balance entre fruta, alcohol y acidez. Parece como si hubiera sido elaborado especialmente para la comida típica de mi región: carne asada a las brasas, la típica carne asada norestense.
Salud por un gran mexicano !