Muchas aristas por pulir.

Vamos a probar una nueva añada de este Malbec que tanto nos gustó hace dos meses. Nos abren la botella media hora antes de su cata y nos sirven a 17°C:

VISUAL: Nos encontramos con un color rojo violáceo, capa alta y ribete burdeos. De lágrima gruesa, abundante y transparente (94).

OLFATIVA: A copa parada de nuevo predominan los aromas a ciruelas pasas. En movimiento aparecen notas especiadas de pimienta negra, herbáceos de hinojo y estragón, toque de regaliz y un apunte mineral como de arcilla húmeda. Al final apreciamos terciarios de cacao, tabaco, cuero curtido y café torrefacto. De intensidad media, un poco menos complejo que el 2014 (89).

GUSTATIVA: Nos lo llevamos a la boca y se muestra amplio, de alta acidez y con los taninos algo verdes. El paso por boca un poco rugoso, no tan suave como la anterior botella. En retronasal de nuevo aromas a ciruelas, florales de rosas rojas, recuerdos a frutos secos y notas amaderadas. De persistencia media, unos dos minutos. Sin duda en plena evolución, creo que lo han sacado demasiado pronto al mercado, que le falta botella vamos... al menos uno o dos años seguro. Realmente inferior a la añada 2014, muchas aristas por pulir (82).

La RCP la dejo en correcta sólo, esta botella no vale 15 euros...

Estamos en Casa Alonso, el restaurante del Hotel Mansión Alcázar de Cuenca (Ecuador) invitado por mis amigos Sigfrido y Rafa. Maridamos este vino con un ceviche de camarones y aguacate muy rico. Una combinación curiosa, esas notas frutales y su alta acidez contrastaban agradablemente con el puntito cítrico del ceviche. Gracias amigos.
Salud-os!!