Vino perdido en la vinoteca que rescato, una noche de martes, para cenar sin grandes pretensiones. Veo Gran Reserva de una Cooperativa de La Mancha, añada 2004, y digo, es el día (aunque sin esperarme nada especial).

Por su tiempo de crianza en barrica (18 meses), llevará ya algo más de una década embotellado.

Descorcho y el corcho, no muy largo pero sí de anchura suficiente, sale perfectamente, entero, sin grietas y poco bañado en vino rojo picota (1-2 mm y nunca más de medio cm, sorprendente para no ser un corcho precisamente premium y llevar una década guardando el vino).

Dejamos oxigenando entre 90-120 minutos antes de cenar a temperatura ambiente de invierno en casa sin calefacción (unos 18ºC).

Visual:

Rojo picota claro de capa media-alta, ribete cereza-granatoso-transparente con ligerísimos destellos atejados, brillante, más o menos limpio (salvo alguna ligera micropartícula de poso visible en el ribete) y con muy buena y abundante lágrima de rápida caída.

Se ve un vino bastante más joven de lo esperado para tener más de 12 años (y, sobre todo, siendo un Gran Reserva de Cooperativa, del que a priori no espera uno una capacidad de envejecimiento muy elevada).

Nariz:

Al inicio algo tímida, apagada y cerrada, con algo de fruta madura casi pasificada, especiados, sutil regaliz, chocolate, cueros algo desagradables, aromas fúngicos y a tierra húmeda que lo desequilibran en nariz y poco más (lo cuál hace que me vaya a la boca inmediatamente a ver si el vino es bebible o me ha salido "rana")... Lo llevamos a boca y el vino, aunque sin ser una maravilla, está bastante mejor que en nariz y le damos la oportunidad de airearse y expresarse.

Con la aireación la situación cambia y el vino mejora en intensidad (media tendente a media-alta), en complejidad y en integración y redondez de aromas.

Tenemos fruta negra muy madura, prácticamente en sazón, pan de higo, higos secos, uvas pasas, regaliz, especias, mentolado-balsámicos, ligeros lácteos, tostados, canela en rama, vainilla, aromas amielados, bollería, chocolate con leche, cacao, sutiles torrefactos, hongos y setas, ligeros cueros y un buen fondo de maderas muy agradable. Complejo y redondo en nariz.

Boca:

Ataque potente y muy voluminoso, contundente, carnoso, cálido, goloso, con tanino sabroso pero muy potente y más astringente de lo esperado (tiene recorrido de pulido de bastantes años aún), de gran cuerpo y estructura, de acidez justita (media tirando a media-baja) pero suficiente para sostenerlo y aportarle ese ligero toque de frescura que hace que apetezca repetir otro trago y otra copa. El paso por boca es agradable, muy poderoso, untuoso, achocolatado, redondo, bien integrado, con gran fondo de maderas y con fruta negra muy madura. El final es largo, muy largo, con fruta muy madura dulce-amargosa y notas a chocolate, especiados y herbáceos en retrogusto; la retronasal es bastante considerable con notas importantes a maderas, canela, vainilla, miel, licor y, con ello, algo de alcohol de esos 14º que atesora.

Buen vino Gran Reserva manchego de Cooperativa: con una visual más joven de lo esperado, una boca notablemente superior a la nariz pero que, en cualquier caso, mejora (tanto en boca y en nariz), ostensiblemente con la aireación.

Es un vino que va de menos a más, algo falto de acidez, pero que va sobrado de alcohol, taninos, cuerpo y estructura, por lo que pienso que está ya en momento casi óptimo pero que, si lo dejamos 2-3 años más, podrá pulirse del todo e, incluso, mejorar todavía levemente (sobre todo en la elegancia del tanino y la boca en global).

Su RCP es excelente pues aparte de sus 18 meses de barrica, que está bueno, que tiene más de 12 años y que le queda todavía algunos años de vida en botella, su PVP es de auténtica risa (da hasta vergüenza decirlo): 6€.

Imposible obtener más por menos.