La Inspiración en la Fruta

Me llama la atención la etiqueta clásica y elegante con una distinción del serigrafiado en la botella.

Un gran corcho para preservar el vino, siempre opino que quien valora su producto siempre le pondrá un corcho para este tipo de vino de guarda.

Tiene un color limpio, brillante con grandes destellos violáceos y una capa alta.

Su intensidad aromática me transporta la medio de un bosque donde los herbáceos, las moras, invaden en aromas, me abruma la intensidad aromática que tiene, entramos en una nueva era en Ribera del Duero (no predomina la madera), fruta confitada, mermeladas de frutas del bosque, arándanos y un ligero toque a vainilla recordando su paso por barrica pero muy sublime y sutil.

Encontramos bastantes matices a sotobosque, herbáceos, balsámicos y un ligero toque a cacao amargo pero recodando al chocolate inglés mentolado, sensación del café recién tostado.

Envolvente, estructurado, ligero y complejo al mismo tiempo, cremosidad recordándome la mantequilla y un ligero toque dulce al final que me sorprende.

Su acidez es perfecta, taninos envolventes y terminando de redondearse, es de ese tipo de vinos que tienes que volver a catar dentro de 2 o 3 años porque ganará en botella, le queda un largo recorrido.

Lo armonizaría con cualquier pescado azul, aunque sea un tópico que los vinos tintos han de ir con blancos, yo discrepo con algunos vinos, a este le iría también bien quesos poco curados, cremosos, carne de caza e incluso un buen asado.

Mar Galván
Enóloga, Sumiller, Analista de Productos Agro-alimentarios, Delegada Cataluña AEPEV, Escritora y Poeta.
www.esenciadehafida.com
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