Sabíamos que la añada 2015, en el Valle del Loir, era excepcional y este blanco procedente de viñas viejas lo prueba indiscutiblemente. De color amarillo sostenido, desprende aromas penetrantes de cera de abeja, de manzanas al horno y de jalea de membrillo. En boca, se muestra redondo, opulento, voluptuoso, pero rectilíneo, nervudo, bien delineado por su acidez, tan ancho como largo. Combina sabrosas notas de cítricos confitados y un regusto vegetal y mineral a la vez que remite a la genciana y las piedras machacadas : la firma de la cepas viejas. Patrice Colin ha concebido su vino con el talento de un sastre de alta costura pero lo vende a precio de amigo.
Nous savions que le millésime 2015, dans la Vallée du Loir, était exceptionnel & ce blanc issu de vieilles vignes le prouve sans conteste. De robe jaune soutenu, il exhale des arômes pénétrants de cire d'abeille, de pommes au four & de gelée de coing. En bouche, il est rond, opulent, voluptueux, mais rectiligne, nerveux, bien dessiné par son acidité, aussi large que long. Il combine de savoureuses notes d'agrumes confits & un arrière-goût végétal & minéral à la fois qui rappelle la gentiane & les pierres concassées : la signature des vieux ceps. Patrice Colin a conçu son vin avec le talent d'un tailleur de haute couture mais il le vend à prix d'ami. ( PVP : 8,60 € )
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