Efectivamente. El domingo bebí un 2010 y estaba ya al límite, aún muy bueno pero con esa sensación que si lo dejas 6-12 meses más, el vino va a caer en picado; que lo has pillado "in-extremis", vaya.
En mi caso, si ves la nota de cata, lo remarco especialmente pues me pareció un vino bastante evolucionado para los vinos de 9 años que acostumbro a tomar (que, incluso no siendo de un precio elevado, aguantan mejor el paso del tiempo).
Un dato: el 2010 llevaba un 14% de Cabernet Sauvignon (que, se supone, le aporta frescura, tanino y longevidad)... Sin ella, probablemente el vino ya habría estado en franco declive.
En mi caso, los taninos estaban totalmente redondeados (nada marcados como en el 2013 que tomaste en enero de este año) y el alcohol no se notaba (sorprendente con 15%) de lo bien integrado que ya estaba.