Hace honor a su nombre

Porque tremenda monastrell!!!

Una monastrell que se viste de noche, con un perfume de grosellas, fruta negra, regaliz, balsámicos, pimienta, especias dulzonas y algunas con toques picantones, juguetones, como este gran vino. También hay un sotobosque debido a sus paseos por la zona, acompañado de unas maderas y tostados finos, suaves, que realzan aún más la fruta, que es el alma de este vino.

Y en boca, está tremendo, joven, fresco, frutal, con ese chorro de fruta, especias, tierra, pasión... Unas maderas, balsámicos, toques lácteos y una excelente acidez le dan un plus, un toque más a este gran vino que se encuentra por poco más de 5€. Tiene un largo recorrido, con toques de café suaves, un alcohol que está casi integrado y un buen rato de placer.

Mi vino de cabecera que no puede faltar.

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