Grandioso ahora mismo

Botella borgoñona de etiquetado clásico típico de los Muga Prado Enea GR de los años 90 (y que, en esencia, respecto a añadas actuales tampoco ha cambiado tanto).

Corcho natural de gran longitud y grosor que sale estupendamente bien con sacacorchos de láminas. Huele excelentemente bien el corcho (sin contaminación alguna) y por el interior a fruta negra madura.

Decantado casi 1 hora antes de su consumo (veo imprescindible la aireación para que el vino crezca dé lo mejor de sí en este caso).

Visual

Rojo picota-rubí oscuro con ligeros reflejos ocre, ribete cereza-transparente con destellos atejados, limpio, brillante y de buena y abundante lágrima de lenta caída. Visual esperada en un vino de 23 años. (9,2)

Nariz

De muy buena intensidad desde el inicio. 

Frutillos rojos y negros en licor pero no muy prominentes ya (no queda demasiada fruta), especias dulces, regaliz, vainilla, coco rallado, terciarios a trufa, setas, monte bajo, tabaco rubio y caja de puros, flores marchitas por doquier (destacan de forma importante), finas maderas que envuelven todo el conjunto, algo de toffe y chocolate muy leves, algo de sangre coagulada, cueros y ligera pólvora que se desvanecen (tanto cueros como pólvora) con la aireación.

Nariz de mucha clase, elegancia, profundidad, intensidad y complejidad. (9,5)

Boca

Ataque espectacular, elegante, fresco, de excelente acidez, media densidad, cuerpo medio plus, buena estructura con una boca bastante expansiva pero, a la vez, fluida y nada pesada en el paso por boca. El vino invita a otro trago con un fenomenal fondo de maderas, taninos presentes pero ya dulces, pulidos y muy bien redondeados. Vino sin arista de ningún tipo.

Final largo, enorme, con notas de fruta negra madura, mentolados, trufas, setas, hierbas en infusión, toffee y un fondo de maderas en un retrogusto excepcional; en vía retronasal no va a la zaga con balsámicos, flores ajadas, ligeros cueros, musgos, regaliz, caja de puros, vainilla y clavo que lo rematan excelentemente bien. (9,6)

Gran vino este Muga Prado Enea Gran Reserva en una añada, la 1995, excepcional para muchos vinos riojanos. 

La evolución ha sido fabulosa a sus 23 años y el vino, aunque está ya para tomar y en un gran momento, no delata signos de agotamiento y, bien conservado, perfectamente podría aguantar de 5-10 años más sin apenas pérdida de cualidades.

Su PVP, en su día, rondaba los 30-35€ (actualmente está ya en 45-50€ en añadas más recientes). Muy buena RCP para lo que ofrece porque es un vino muy grande y valor seguro.

Recomendado por 1 usuario

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar