Seis años después.

Sigue siendo un vino excelente, pero ha perdido mucha potencia.
En nariz sigue elegante, aunque ahora la intensidad es media-alta y ademas irrumpen con potencia los aromas terciarios, todavia dominada la nariz por la fruta y los tostados.
En boca es muy elegante y esta perfectamente equilibrado, los aromas terciarios estan presentes. Es un vino totalmente aterciopelado, pero que no va a crecer más en botella, estará algunos años en este estado y luego comenzará el declive.
El final sigue siendo muy bueno y con mucha persistencia.
Para mi ha bajado un poco la calidad y sobre todo la potencia.

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