Estamos llegando a la recta final previa a las vacaciones de Marzo y tenemos reservados unos buenos viejunos que esperábamos con ilusión. Hoy le toca el turno a un Chianti Classico Vechio, con tres años de barrica y de la añada de 1971, 45 añitos a sus espaldas. La botella de color marrón presenta una vitola en su cuello en donde aparece la añada en grandes números. Por debajo del cuello tiene una pequeña etiqueta con el sello que certifica que pertenece al "Consorzio Vino Chianti Classico". Su etiqueta principal presenta una imagen del Castillo de Brolio, de orígenes Longobardos que a comienzos del siglo XI le fue concedido a la Abadía de Florencia y, desde la primera mitad del siglo XII, ha sido la residencia de la aristocrática familia de Ricasoli Firodolfi propietarios de la bodega. Por último en su contaetiqueta da el dato de su crianza en barrica.
Intentamos abrir la botella con el abridor de lamas pero no fuimos capaces ya que el tapón estaba totlamente adherido al interior del cuello y al final el se nos fue abajo. Lo dejamos respirar por dos horas antes de su cata y lo servimos a 18°C.
VISUAL: Viste un color rojo cereza algo atejado de capa media-alta sin apenas ribete y de lágrima densa, lenta, escasa y transparente. Presenta algo de turbidez pese a que lo dejamos en posición vertical dos días antes (88).
OLFATIVA: A copa parada emanan aromas de fruta roja muy madura y un agradable toque balsámico. Al agitar hay notas de bosque umbrío, hojarasca húmeda, musgo, rosas marchitas, algarrobas… de una intensidad alta, imponente. Seguimos con la nariz al tajo y encontramos notas herbáceas de romero y eucalipto, especiados de vainilla y canela así como unos agradables terciarios muy sutiles, cuero ruso, tabaco de pipa, cacao, regaliz, duelas envinadas y finos tostados de la barrica. Por último destacar un marcado toque mineral, terroso, como de arcilla húmeda. Una nariz impresionante, compleja y potente. Que bouquet señores, memorable!!!(97).
GUSTATIVA: En boca tiene un gran punch con una acidez brutal y con los taninos muy pulidos aunque en el post-gusto resurgen cual ave fénix. Se presenta poderoso, muy amplio, con un cuerpo titánico y una mineralidad pasmosa, si me permitís el palabro tiene una cierta "arcillosidad". De persistencia larga, casi tres minutos. En un momento de consumo ideal, con una personalidad de grande, seguirá en forma con toda seguridad 5 o 10 años más. Un delicioso Chianti, realmente "Classico y Vechio", nos ha encantado. No sé si esta añada fue de las mejores en los Chianti Clássicos, pero desde luego este es un vinazo (95).
Increiblemente pudimos conseguir esta botella por 7 euros...qué barbaridad!. Evidentemente la RCP fue excelente.
Y como no podía ser de otro modo optamos por maridar esta maravilla con pasta, con unos deliciosos fusilli al dente con boletus lúleus, quinoa y ajonegro. Ese toque fúngico de los boletus combinó fantásticamente con el carácter mineral de nuestro grandioso vino. Una comida de las que hacen afición y más con tan colosal brebaje. Mama Mía!!!
Adjunto unas fotos.