En este vino destaca la finura, el equilibrio, la complejidad, su fruta, su frescor y su mineralidad. Es rico en matices. Su fuerza proviene de sus delicados y armónicos equilibrios. Nace de la sensibilidad para interpretar unas variedades y un terruño que tienen mucha fuerza, pero no abusa de ella, esa fuerza intrínseca no es la protagonista, utiliza lo mejor que pueden dar para aportarla al conjunto que es lo importante. PLANETES nos transporta a la tierra, a la calma.
A la vista se nos presenta de color cereza picota, brillante y de capa media.
En nariz se muestra intenso, rico en matices, con notas de fruta roja y negra fresca, hay fresa, frambuesa y grosella, acompañadas de notas de flores azules, de cítricos y de lácteos. Todo ello sobre un fondo que evoca su paisaje, hierbas de monte, balsámicos, regaliz y la mineralidad tan característica de los vinos del Priorat.
En boca nos llena, es amplio, acidez refrescante pero con mesura, nos sale la fruta fresca, tal vez la situación de las viñas, en Porrera, y la añada 2013, con más lluvias y más fresco que sus dos predecesoras, ayuden a esa sensación. Al final nos muestra su persistencia, deja un grato recuerdo con su carácter frutal y mineral.
El vino combina una visión muy personal (mia) de las dos variedades, lo carnal y aéreo de la garnacha y lo terroso de la cariñena.

VINO CATADO EN MASCATA EL 3 DE MARZO DE 2016