Botella borgoñona con etiquetado más bien clásico. Corcho razonable para la tipología de vino apenas bañado en vino color rojo cereza por el interior.
Aireado entre 60-90 minutos previo a la nota de cata (aunque mantenido a unos 14-15ºC con jarra térmica).
Visual: rojo cereza-granate de capa media-alta, ribete granatoso-transparente con ligeros destellos cardenalicios todavía, limpio, brillante y con muy buena lágrima.
Nariz: de buena intensidad, frutos rojos y negros maduros, flores violetas, eucalipto, mentolado-balsámicos, especiados, regaliz, clavo, chocolates, toffee y tostados. Con el tiempo de aireación va cambiando y aparecen notas a monte bajo, herbáceos, tomillo, toques vegetales y minerales, sílex y granito junto a muy ligeros toques de cueros que aparecen a la media hora pero que luego se desvanecen prácticamente. Bastante complejo para no ser un vino con demasiada crianza.
Boca: entrada suave, fresca pero, a la vez con un toque sutilmente cálido, sedosa, de buen tanino con una sutil astringencia que admite una ligera doma todavía (de 1-2 años) en botella. Un vino que se bebe fácil, goloso, de cuerpo, estructura y volumen medios, de acidez media-alta y donde el fondo de maderas, tostados y chocolates en boca lo redondean de manera fantástica. El final es medio-largo con postgusto a frutos negros maduros, recuerdos amielados, toffee, chocolate y notas herbáceas, minerales y vegetales lo acaban de redondear fenomenalmente.
Un vino interesante del DAO portugués, que cuesta en torno a 9-10 euros. No es el "top" de la bodega (hay un Reserva por encima), pero que está muy bueno, a sus 3 años y pico tiene muy buena evolución y al que auguro al menos 2-3 años más de pulido en botella en muy buenas condiciones. RCP excelente para lo que ofrece. Me ha gustado.