En forma.

Han transcurrido 33 meses desde la última cata de este vino y, ¿Qué me he encontrado?. Mi premonición se ha cumplido. El vino ha mejorado en estructura, untuosidad y destacando más su mineralidad. El corcho se mantiene y está debilmente impregnado de vino por su contacto con el mismo.

       A la vista un color amarillo pajizo. Limpio y brillante. Con muy buena, abundante, densa y lenta lágrima en su discurrir por el cáliz de la copa. Sin precipitación en el fondo de la botella.

        En nariz mantiene las frutas blancas en sazón. Manteniendo frutas de pera, de hueso , cítricos y notas dulces de la malvasía.

        En boca está elegante, untuoso, equilibrado, glicérico, con carga frutal, con una elegante acidez que le dará 2-3 años más de vida y con volumen. Te la llena muy satisfactoriamente. Con notas de mineralidad y destacando la malvasia y el moscatel. Grato, untuoso y elegante paso de boca. Es un un vino muy largo. Me da una permanencia de 3,00 minutos.

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