Me gusta la originalidad de este tinto. Es poderoso y concentrado, tal y

Me gusta la originalidad de este tinto. Es poderoso y concentrado, tal y como dicta la moda "internacional", pero tiene alma, carácter, terruño. Oscuro, casi negro, su nariz no se anda con chiquitas y se lanza a entremezclar la fruta negra y roja con una buena colección de aronas florales, lilas, violetas, rosas, hay evidentes notas medicamentosas, extrañas y peculiares, y sin embargo atractivas. Por supuesto la tierra no se queda atrás, con la piedra seca y el mineral recordándonos que ellos también están ahí. En boca muestra poderío, contundencia, pero una fina elegancia trata de sujetar sus excesos. Lo consigue a medias. Pero algo me dice que su expresión más verdadera transita más por el lenguaje de la potencia que por el de la finura. Cuestión de personalidad. Y este tinto la posee a toneladas. Tiene un final largo y un tanto arroyador. Algo me dice que a pesar de ser tan "moderno" será capaz de aguantar los envates del tiempo e irá comportándose con modales más civilizados. Es una lástima que ésta fuera mi última botella y que yo ya no esté para disfrutarlo.

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