Realmente admirable

Y algo más de un año después vamos a descorchar esta maravilla viejuna que nos deslumbró el pasado mes de Junio en 2017. La botella en cuestión presenta un nivel de líquido muy bueno, por encima de la base del cuello. Abrimos la botella y la dejamos respirar por espacio de tres horas. El tapón se nos partió en dos mitades, pero lo pudimos remediar sin que cayera nada de corcho al líquido. Catamos a 18°C:

VISUAL: Color rojo cereza de capa media-baja con el ribete muy amplio y atejado en tonos anaranjados. Cristalino y muy brillante. Todavía mantiene unas escasas lágrimas, lentas y gruesas (90).

OLFATIVA: A copa parada emana fuertes aromas de fruta roja y negra en compota con un cierto puntito balsámico. Al agitar nos encontramos notas especiadas de canela y nuez moscada así como aromáticos herbáceos de montebajo, té negro, notas anisadas y regaliz. Al rato asoman matices propios de los viejunos, polvorilla, flores marchitas y pelo de caza. Prosigue el desfile de prescriptores y en la gama terciaria hay apuntes de tabaco inglés, cacao en polvo y un puntito amaderado de ebanistería fina de fondo. Espectacular en complejidad como buen 64 riojano con una intensidad media. ¡Que maravilla! (94).

GUSTATIVA: En boca se muestra sedosito y de buena acidez, con los taninos muy pulidos. Es una delicia de cremosidad, amplio y con una recia estructura apuntalada en la fruta acompotada, omnipresente e increíblemente protagonista con 54 años a sus espaldas. Retronasal que también nos aporta notas licorosas y especiadas con un fondo dulzón delicioso. Los balsámicos no dejan de florecer y le dan una elegancia increíble. Persistencia de dos minutos y 40 segundos de gran disfrute. Brutales los vinos de esta bodega y más los de la "gran añada". Sin llegar a la excelencia del cosecha especial de más alta extracción y concentración, resulta un vino espectacular sin duda alguna. En un momento óptimo de consumo, sedosito, para no guardar mucho más pero realmente admirable (94).

La RCP tal y como comento más abajo fue excelente. Pagamos 38 euros por las botellas, pero son vinos con mucho más valor.

MARIDAJE: Disfrutamos de nuestro vinazo en dos ágapes. En el primero acompañó unos entrecottes a las brasas y en la segunda lo terminamos con unos ricos embutidos ibéricos y un queso viejo de oveja. Espectacular en ambas ocasiones, con la carne pues una armonía absoluta entre las notas animales y los sabores sanguíneos. Con los embutidos y el queso... madre mía, qué decir!, mi maridaje predilecto como podréis observar en muchas de mis valoraciones. Tremendo goce el que me proporcionan estos vinos cincuentones y más los de 1.964 riojanos, qué delicia y qué placer para los sentidos amigos. Nos tocan la fibra y nos llegan al alma, pero de lleno!!

Salud-os!!

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    Expatriator69

    Fotos:

    • El vino

      El vino

    • muy buen nivel de líquido

      muy buen nivel de líquido

    • En la copa

      En la copa

    • Entrecottes a la brasa

      Entrecottes a la brasa

    • Con la carne

      Con la carne

    • Con el embutido

      Con el embutido

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