Silencio, se rueda,...

Siempre me acerco con respeto e intriga a este tipo de vinos, una auténtica incógnita, con marcada dependencia de las condiciones de conservación. En este caso fueron buenas, trastero con temperatura constante y alejado de malos olores.

Me costó un poco descorchar, el corcho se rompió más por el tipo de sacacorchos que por su estado que era bastante bueno.

En todas las fases de la cata un Rioja clásico, elegante, sutil, con gran desarrollo de los terciarios.

Como anécdota me costó bastante convencer a mis compañeros de cena que el vino estaba en condiciones, que era perfectamente bebible y disfrutable, que el color, olor y sabor eran los esperados en un caldo de estas características con 24 años a sus espaldas. 

Creo conseguí convencerles pero tengo muy claro, me ha pasado ya muchas veces, que el que más disfrutó de esta botella fui yo.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar