Dicen que en Borgoña marca mucho la añada, pero tanto...

El día anterior probé un 2014 mucho mejor, más delineado, con mayor verticalidad y acidez. Este 2013 no parecía ni chardonnay, ni mucho menos Borgoña. Lo noté gordo, alcohólico, dulce, pesado. Mucha fruta tropical, prácticamente plano.
En fin, una curiosa experiencia. No es que la botella estuviera en mal estado, es que el estilo era completamente distinto al de la añada posterior.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar