De precioso color rubí rojizo de capa media-baja, claro, translúcido. Reflejos anaranjados y cobrizos, refulgente. Sin asomo de precipitados, limpísimo. Borde amplio, atejado, con poca diferencia respecto al interior del menisco.

Aromas de buena intensidad sacando una importante dosis inicial a ahumados, lácteos acompañada de un ligera pátina de vainilla, maderas cremosas y finas notas reductivas: cuero viejo, cuadra, corteza de nogal... Algo abultado y quizás en exceso extrovertido, lleno de especias dulces (nuez moscada, canela) y un rastro de notas maduras en las que se junta fruta escarchada, toffee, tabaco inglés, melaza, confitura de naranja amarga. Repleto de detalles, muy vistoso. Necesita tomar aire para ir aligerándose de tanto peso de origen. Saca un fondo vegetal a hinojo, anís, salvia, que dan paso a notas de flores marchitas y hojarasca.

En boca es más liviano de lo esperado, sin llegar a ser diluido ni a restarle concentración. Fresco, limpio, apoyándose en una más que acertada acidez que da paso a un rastro de dulcedumbre de calidad. El conjunto está bien resuelto y funciona. Tiene unos taninos maduros, de calidad. En cosas ha gustado incluso más que el Gran Berceo de la misma cosecha. Aquí se demuestra el excelente trabajo de Luis Gurpegui Muga en sus primeros años en Berceo. Eran vinos caros sí, pero el tiempo les ha acabado dando la razón.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2015/09/vina-berceo-1973-gran-reserva.html