Botella color verde tipo Alsacia (tipo Rhin es idéntica pero en color caramelo) con cierre de rosca Stelvin.

Botella abierta hace ya casi 60 horas (aunque fue tapado lo que quedaba de una comida y dejado en frío 55 horas antes).

Visual: amarillo dorado pajizo precioso con ligeros destellos verdosos, limpio, brillante y sin lágrima apreciable.

Nariz: importante dejarle ganar algún grado respecto a la nevera (mejor 8 que 5ºC). Fruta cítrica junto a algo de fruta y flores blancas de muy buena intensidad. Notas a mandarina cuando ésta es pelada. Destaca también, acompañando al conjunto anterior, el típico aroma con toque a hidrocarburos (frenazo de neumático sutil) que nos sitúa claramente ante un blanco alemán de uva riesling (podría adivinarse alsaciano pero los alemanes tienen un punto más fresco en general).

Boca: entrada fresca, muy fresca, golosa y abocada, con buena cremosidad y una acidez muy destacada junto a un fondo ligeramente dulzón que contrasta con la acidez característica de esta variedad de uva. Vino bastante afilado en acidez dentro de su categoría pero que rápidamente coge volumen en boca, se expande y da notas untuosas. Buena longitud y agradable final.

Impresionante cómo ha resistido (a pesar de estar tapado con su rosca y en nevera) los dos días largos de su apertura. No se aprecian signos de oxidación.

Un riesling básico (o de acceso a este mundo de vinos) muy rico y fresco. Ideal para estas noches veraniegas que se avecinan, bien como aperitivo o bien, para comer/cenar si se acompaña con pescados azules, huevos, comida asiática, especiada o con algo de condimento picante también. Su precio ronda los 9-10 euros/botella con una muy buena RCP.