El corcho es eterno. He metido el sacacorchos hasta dentro y ni aun así he

El corcho es eterno. He metido el sacacorchos hasta dentro y ni aun así he llegado hasta el otro lado. El corcho se encuentra tintado hasta, prácticamente, su parte superior.
Olor a chocolate al abrir.
Color rubí con ribete rosaceo. Capa media. Notable lágrima.
Con aire se le ha ido el olor a chocolate. Olor a frutos rojos y un tenue olorcillo a gominolas de fresa.
En boca frutos rojos, paso muy suave, acidez que lleva al vino. Retro de más frutos rojos y suave vainilla. Sabroso. Muy agradable.
Es una lástima que no se venda este vino fuera del pack de 125 aniversario, porque es un vino de los que se convierten en "valor seguro". Es un vino, sin duda, para tomar con comida y absolutamente versatil; ha ido muy bien con un bacalao a la vizcaina, con unos aperitivos, con un pure de patata con salchichas y queso gratinado...
Me ha gustado.

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