Arbantia Albariño 2013
Arbantia Albariño 2013
FICHA TÉCNICA
Bodega
Bodegas Ethereo
D.O./Zona
Pais:
España
Tipo de Vino:
Blanco
Crianza:
Sin crianza
Graduación (vol):
12,50%
Varietales:
100% Albariño
Precio aproximado
Precio Aprox:
De 10 a 19,9 €
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
8.34
/
92
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
7,3
ELABORACIÓN
El vino Arbantia Albariño 2013 es un blanco joven elaborado con uva 100% Albariño. En bodega, la uva se despalilla, se estruja y se pasa por la prensa neumática. Después el mosto se desfanga durante un día; la parte limpia fermenta a 18ºC y los fangos se filtran con el filtro de vacío. Posteriormente se trasiega la fermentación para separar el vino de las lías. Se estabiliza el vino en frío a una temperatura de -5ºC durante una semana, se filtra y se embotella.
Opiniones de Arbantia Albariño
OPINIONES
9

Este vino de color amarillo pajizo con reflejos verdosos tienen una nariz muy interesante de fruta con hueso, notas herbáceas, flores blancas y un punto goloso de fruta blanca madura. En boca destaca su buena acidez y un contrapunto ligeramente dulce, paso graso y largo recorrido.

Vino encerrado en una botella bordelesa de cuello largo, vestido con una etiqueta a medio camino entre lo clásico y la modernidad y cerrada con un correcto corcho.
A la vista me encuentro con un color amarillo con leves notas verdosas. Buena lágrima en la que se percibe su densidad y pereza en su deslizar por la copa.
En nariz frutas cítricas, frutas de hueso y leves tropicales.
En boca es sabroso, glicérico y frutal. Un vino con cierto volumen. Elegante y agradable paso de boca. En el mismo resurgen las frutas percibidas en la fase olfativa. Mantiene una presente y elegante acidez que le hará vivir algún que otro año más. Es un vino largo. Me da una permanencia en boca de 2,15 minutos. Y se encuentra en punto óptimo de consumo en mi modesta opinión.

Botella bordelesa alargada. Etiquetas modernas. El corcho, en este caso, no salió bueno y se partió al descorchar, lo que implicó meter el resto del corcho hacia dentro (no había forma de extraerlo) y tirar de filtro de café, embudo y decantador para quitar los restos de corcho y, posteriormente, habiendo extraido el corcho, pasar con el embudo el vino del decantador a la botella (es decir, bazuqueo del vino forzado por las circunstancias). Con el rollo, la botella había ganado temperatura y la pasé a la nevera un ratito pero ya descorchada.

Una vez sacada de la nevera...

Visual: amarillo dorado-pajizo con reflejos muy ligeramente verdosos, limpio, brillante y con buena lágrima.

Nariz: fruta de hueso y flores blancas de buena intensidad, hierbas aromáticas, un punto muy sutilmente dulzón (albaricoques muy maduros) y ligerísimos recuerdos a miel de flores.

Boca: entrada fresca y sabrosa, redondo, acidez media-alta, cremoso y untuoso, ligeramente amargoso con toques levemente dulces en el paso por boca. Final de buena persistencia con recuerdos a fruta blanca de hueso madura, flores blancas, herbáceos y un toque, de nuevo, muy sutilmente dulce-amargoso que termina de redondearlo.

Me ha gustado, es diferente, no tiene toques salinos ni minerales pero es untuoso y ligeramente dulce.

Tiene buena acidez, pero creo que no llega a la acidez de otros albariños de Rías Baixas, por lo que tampoco lo dejaría sin beber mucho más de 6-12 meses, pues no creo que mejore mucho más con la estancia en botella (3 años de vida para este vino me parece lo lógico, pues no es un vino pensado para larga guarda).

Color amarillo pajizo, muy claro, con reflejos verdosos.
En nariz intensidad media, y desde un principio se percibe como un albariño diferente, se sale del patrón clásico. Fruta blanca de hueso, cítricos, dulzón... diferente pero me gusta.
Cumple en boca, buen reflejo de lo percibido en nariz. Buena acidez, persistencia correcta.

Amarillo pajizo dorado. Nariz de media – alta intensidad y carácter fresco, acuática, de ribera de rio, con aromas de frutas blancas maduras que recuerdan a las peritas de San Antonio, Papaya, Chirimoya y que en su final se declina hacia notas más amieladas. Hay aromas minerales – calcáreos, de canto rodado, líquenes y percepciones frescas vegetales. En boca es rico desde el ataque, enseguida muestra la estructura frutal y la acidez típica de estos vinos que le da un impulso al recorrido donde saca la savia frutal cítrica alargando las sensaciones hasta un posgusto fresco y a la vez maduro con cierta sensación de piña en almíbar y cremosidad (mantequilla rancia). Es como un divertido contraste de sensaciones. Retronasal donde se percibe más la madurez frutal y la crema. Un vino muy rico, a ver si empezamos a disfrutar de estos buenos vinos a partir del segundo año del embotellado, los buenos mejoran mucho, hay que ir convenciéndonos de que los blancos consumidos en el año no dan todo lo que llevan dentro, cuando estamos hablando de vinos blancos con cierta personalidad y especialmente los buenos Albariños de Rías Baixas, el otro día disfruté de un 2009 que era una autentica maravilla.

Amarillo pajizo, casi dorado claro, reflejos verdosos. Nariz muy abierta a flores blancas, plátano y ananás. Fondo de mantequilla muy suave. En boca inicialmente muy suave, pasa con buena acidez y final medio/largo bastante cítrico, a limón y pomelo. Algún toque de pera de agua. Tiene interés, por su dulzor y escasez de notas salinas.

Su color amarillo es muy pálido, con tonalidades verdosas.
Nariz bien perfilada con equilibrio entre la fruta blanca y las notas vegetales grasas, no herbáceas. También flores blancas, fruta de hueso y hierbas aromáticas.
En boca se muestra agri-dulce, con brío y chispa, buena estructura y acidez, voluminoso, largo, persistente y ligeramente amargoso.
Albariño diferente y a tener en cuenta.

Color pajizo con reflejos verdosos.
Nariz de buena intensidad con aromas de frutos con hueso, fruta madura golosa, hierbabuena y otras hierbas aromáticas... No es un perfil muy herbáceo para ser un albariño, lo que lo hace original con esas notas de monte bajo y hierbas aromáticas.
En boca tiene buena acidez, con un punto petillant que sin duda desaparecerá en cuanto pase un poco más de tiempo en botella. El tacto graso le da cuerpo y consistencia y un punto cítrico final le da frescura.

Original este albariño.

Visual: Amarillo limón
Olfativa: Fruta de hueso, melocotón, fondo floral
Gustativa: Paso medio, buena acidez, algo de carbónico, y buen retronasal.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar