Comiendo en Cal Fuster hemos decidido probar este vino elaborado en Navàs, pueblo situado en las inmediaciones de Viver i Serrateix. Y desde luego que nos ha sorprendido muy gratamente.

Color rojo picota de capa media con ribete morado que se va difuminando hacia el borde. Lágrima densa que tinta la copa.

Nariz de buena intensidad y muy original. A copa parada hay un claro y curioso aroma a nueces, fruta roja y apuntes minerales. Aireando el vino aparecen también unos balsámicos de esos de monte mediterráneo (tomillo, romero) y notas especiadas.

En boca es muy fresco, gracias a una buena acidez, con un tanino muy dulcificado aunque ligeramente presente y una golosidad que llevan a una copa después de otra. Tiene un punto sabroso, salino me atrevería a decir y un final largo y muy agradable.

Desde luego lo tendré que buscar. En el restaurante me ha costado 14 €, así que la botella debe costar entre 5 y 10, una fantástica RCP. Me consta que en Navàs hay bastante gente joven, muchos de ellos hijos de payeses de toda la vida que han optado por el camino de la viña. Conozco gente por allí y me enteraré de dónde conseguir el vino, porque en la etiqueta (por cierto, de lo más original!) no consta ni siquiera el nombre de la bodega y en interné no hay absolutamente nada. Investigaremos.