De color rubí granatoso de capa media-alta, oscuro, tapado, sin mucho brillo. Reflejos anaranjados y rojizos, opaco. Finas lágrimas, sensación de grosor. Borde amplio, cobrizo, con marcada diferencia respecto al menisco.
Aromas de media intensidad con predominio de las notas amaderadas, tablón, duelas envinadas, trasiegos y una curiosa sensación de fondo que bordea el tallo herbáceo y matorral, las fibras vegetales, esparto... Mantiene un punto de reducción inicial acusada que impide sacarle más registros. Van apareciendo restos de fruta roja reducida, con un punto licoroso sobre el que se asientan hierbas aromáticas, bótica, y un amago de cuero. No se acaba de abrir pero se mantiene con dignidad.
En boca es equilibrado, infusionado en vainillas y especias dulces, cremoso. Suave, viene ya algo justo de acidez. A medio camino entre un gran reserva tradicional riojano y un vino de nuevo cuño; cuesta decantarse por uno de ellos. Le falta intensidad y concentración aunque no muestra defectos. Especiado, fácil de beber. Uno de los primeros Marqués del Puerto que hemos tenido la oportunidad de probar y nos ha dejado sorprendidos. No parece un vino de Rioja Alta, y menos aún de Fuenmayor. Veremos que sucede con los próximos vinos de esta bodega.
Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2014/12/marques-del-puerto-1985-gran-reserva.html
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