La sensación con el vino fue como si yo, un tipo de 1,70 justos me midiera con un luchador de sumo de 1,90 y 200 kg de peso. Titánico, denso y poderoso. De color picota muy oscuro y cubierto con ribete violáceo. La nariz comienza levemente reducida, con suaves notas animales, pasa por una fase bástante larga en la que dominan las notas de acetato de etilo y acaba algo medicamentoso. La fruta, sobre todo negra, aparece extremadamente madura, notas de chocolate, hierbas aromáticas mediterráneas e incluso toques de flores silvestres. En boca resulta amargoso, con marcada tanicidad, de nuevo algo medicamentoso, taninos dulces y densos, buena acidez y notable recorrido. Le sigue faltando muchísima botella... y en estos momentos una fuerte aireación....
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