Y repito... está vez catado a ciegas en la cata 258 de la Penya La Verema. De color dorado brillante destaca en nariz su perfil maduro, notas de dulce de membrillo, canela y confitura de manzana, con algo de frutos secos y de nuevo matices florales en el fondo. En boca el ataque es bueno, el paso cremoso, resulta fresco si bien la percepción de acidez resultó en esta ocasión algo ajustada, hay matices golosos y es bastante persistente.

Poco cambios destacables en estos meses. Tiene un definido perfil maduro, con bollería, mantequilla fresca, compota de manzana, suaves tostados y el fondo floral, algo más ligero. De nuevo la finura del carbónico y su carácter maduro, son sus principales características, adornadas por suaves matices minerales.

Dorado brillante. Catado tras el Millesime de la bodega este se muestra más maduro, con notas de bollería, manzana compotada, toques de dulce de membrillo y un delicado fondo floral que lo aligera un tanto. En boca de nuevo destaca el perfil maduro, goloso, con un carbónico muy fino, cierta mineralidad, largo y bien definido.

Color amarillo dorado con destellos cobrizos, limpio y brillante.
Nariz de buena intensidad, de corte maduro, notas de fruta blanca madura, pastel de membrillo, flor blanca y mineralidad, con ligeras notas licorosas y cítricas que redondean el conjunto.
En boca tiene buena entrada, carbónico perfectamente integrado, sensación de madurez equilibrada con una buena acidez, cremoso con notas amargosas y un final muy largo y mineral.
Buen Champagne que muestra la madurez y complejidad de sus años manteniendo un buen nivel de acidez y frescura, muy rico con quesos y otras viandas.