Una rareza experimental

Bonny Doon es una bodega que se especializa en vinificar varietales "mediterráneos", como la Garnacha, Syrah, y Monastrell - el llamado Rhone Ranger por excelencia. Parte de su escencia es la experimentación, algunas veces con buenos resultados, otras no tanto, pero siempre tiene novedades y rarezas que ofrecer. Esta no es la excepción.
Albariño espumoso presentado en botella tradicional de Champagne con ¡corcholata!, como una coca cola. Etiqueta muy clásica, antigüa.
El vino es muy efervescente, al servirlo sube abundante espuma. La burbuja es muy fina, distinto a lo que el nivel de espuma me hizo esperar.
Presenta aroma a manzana verde, cítricos y algo de piña verde. Después de un rato aparecen algunos aromas a levadura.
En boca es refrescante, con buena acidez, pero poco complejo. Se perciben las notas cítricas, pero no tiene la profundidad ni las notas de crianza de un buen Champagne o un Cava.
Como experimento esta bien, pero hasta ahí.