Hijo de su año

De color rubí marronoso de capa media-baja, claro, limpio aunque con una gran cantidad de precipitados en la base de la botella. Reflejos cobrizos y granadinos, sin mucho brillo. Borde amplísimo, completamente atejado, abarcando todo el menisco.

Al abrir se muestra tímido y un tanto falto de vigor. Hay unas débiles notas reductivas a hojarasca, ahumados y cremosos a los que se va sumando apenas un resquicio de cuero curtido. Necesitado de aireación. Tres horas después ya se ha recuperado de la fatiga inicial. Complejo, mineral (grafito) con una curiosa expresión a fruta roja confitada soterrada en los térreos que va ganando en apuntes apimentonados que recuerdan a ciertas cosechas antiguas de Riscal. Factura impecable, limpia, elegante, muy estilo Paternina. Tiene ese "aire" abocado a melaza y vainilla, tan propio de la bodega que va siempre a más. Acaba con perfume de granos de café, hebras de tabaco, cava de puros.

En boca está muy conjuntado, redondo, mullido, suave aunque sápido y de fuerte concentración. Acídulo, fresco y poseedor de una acidez de tijera. Sale ese matiz mineral-metálico que ya habíamos detectado y una ristra de pimientas que no se acaba. Largoooo!!! Satura las papilas y ofrece en todo momento el contraste entre dulzor y acidez de los grandes. Un Paternina más cercano al Conde de los Andes de su añada que al resto de cosechas de gran reserva / reserva especial de su época. Mucho vino, mucha Añada!!!

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2014/10/paternina-1955-reserva-especial.html

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar