Ligeramente turbio, con un color dorado de tonalidades ocres. Aromas a levadura de cerveza, membrillo, almendras secas y algo de soja, con intensidad. En boca tiene algún tostadillo natural, se muestra amielado, le falta acidez pero tiene un punto ajerezado salino muy interesante.
Agradará más a los "retorcidos" que al público general, por lo que para hacer caja, malo.
Me gusta su nombre y su etiqueta, incluida su dirección. Sin embargo le falta una cápsula y un corcho de verdad para una posible comercialización seria.
Nada que ver con una merseguera al uso. Ni idea de su precio, pero se podría pagar según se aprecie dentro de un límite natural, palabra que habla del vino. Yo pongo 10 €.
¡Aupa, Arrutzi, tú sí que eres un gallo!

Ha pasado el tiempo y el vino lo señala, pero se mantiene fiel a su estilo a su naturaleza. Es una rica manzana, madura y almibarado, con ecos de las lías, no es muy fragante y sin embargo te engancha, te atrapa entre sus aromas frescos y melosos, de fruta blanca y ahora ese eco de dulcedumbre, que no es tal pero lo recuerda. Hay una rica frescura y un guiño a lo floral, es un vino natural, sin maquillaje, desnudo.

En la boca tiene un toque de frescura y de un alcohol fragante, que sin embargo no es tal. Es almendrado, con la manzana como enseña, la pera madura, las lías se sienten y te las bebes, es meloso, jugoso, con una acidez natural que solo esta uva tiene y señala.

Sus 1.132 metros de altitud, vendimia el 23 de octubre del 2013, quedan reflejados, en un vino que sin querer pretender mucho, al menos hemos conseguido reflejar que la Merseguera se merece un sitio entre las grandes y dejar el traje de Cenicienta.

¿Qué hacen un grupo de enochalados haciendo una merseguera en la zona del Alto Turia? Pues hacen este "més de mil" una merseguera atípica y con desbordante personalidad. Dorado pálido con destellos oro viejo y ligera turbidez. La nariz es intensa, bastante expresiva, con matices cítricos, algo de fruta blanca y suaves notas tropicales que reaparecen en boca, donde presenta buen ataque, cierta mineralidad y bastante frescor, hay -no obstante- materia y cierta estructura. También encontré algún detalle en boca por pulir... Largo y con personalidad. Desde luego no me recordó a las mersegueras de la zona, que sin bien son vinos fáciles y agradables carecen de la mordiente, la personalidad y el peso que muestra este vino. Felicidades Arrutzi... y al resto de la "colla"...