Dorado, limpio y brillante.
Aromas exuberantes a todo tipo de frutas exóticas: lima, melón, mango, plátano... Aparte de esto, algo de mineralidad y poco más.
Boca corpulenta de paso con un deje dulzón. Acidez justita. El paso a partir del cuarto o quinto sorbo nos resulta un poco fofo. Notas parecidas a las descritas anteriormente, ese deje tropical lo invade todo.
Final primario.
Ayer lo bebimos junto a un Loira de Chidaine y un Marcial Dorado y fue el vino que más gustó. Parece que el Caribe está de moda.
Dices que el BNPF 2013 fue el que más te gustó de los tres de ayer, sin embargo es el que peor has puntuado…
Mi no entender… :-D
Este vino fue en su día una referencia, ahora en las manos de Martúe me da la impresión de que han aumentado producciones y ya se sabe qué ocurre con estas cosas…
Saludos,
Eugenio.
y de qué te extrañas?? tu estás en nivel "friki"... ja ja ja
Claro, además tuvo bastante gracia la noche, te cuento: abro la primera botella (Dorado), explico que es un albariño portugués, y suelta un tío mío: "sí, como todos". Yo callo y asiento. Abro la segunda (Chidaine) y comenta mi cuñado: "Juanito, este vino no me mata". Tampoco digo nada. Al rato me dicen que si no queda más bebida, abro este pie franco que estaba encima de la encimera sin saber de donde había salido, lo pruebo y digo en alto: "ahora vais a saber lo que es un vino malo". Silencio prolongado, yo sigo argumentando que no vale nada. Después me comenta mi cuñado que me lo había traído él. Jajajajaja.
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