Botella abierta con una hora de antelación.
De color rojo picota de capa media, ribete violáceo y lagrima densa que tiñe la copa.
En nariz se aprecian aromas de fruta roja madura con notas balsámicas, especiadas y minerales, también aparecen finos tostados y ahumados.
En boca es donde mas me gusta, con una entrada fresca, ligeramente rústica, con un tanino aún vivo y una magnífica acidez, postgusto bastante largo con recuerdos de fruta fresca y toques vegetales y minerales.
Merece mucho la pena segur el trabajo de esta bodega.
En Peñín 2014, no? Ahí tenían la añada 2012, que para nada se asemeja a esta de 2011 que cata Kintiman. 2012 es más liviana y floral, fina y elegante, sutil y ágil. Muy buena en general, pero este 2011 yo personalmente lo veo más vino, más completo, visión personal.
Saludos.
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