El vino perfecto sí existe

Botella en muy buenas condiciones: nivel alto, sin reencorchar desde el primer embotellado. Corcho corto pero de gran calidad, tintado y húmedo, aún elástico. De color rubí rojizo de capa baja, muy claro, con un rastro de precipitados en la base de la botella. Reflejos ambarinos y atejados, marronosos, poco brillo. Ribete amplísimo, teja, sin diferencia con el menisco.

Cuesta creérselo. Inexplicablemente frutal y especiado. Hay sensaciones de ciruelas pasas, higos turcos, picotas, y un brumoso fondo ahumado a pimientas recién molidas que se extiende incluso fuera de la copa como si fuera una chimenea. Fragante, vaporoso, sutil, complejo, aumentando de intensidad al tomar aire, sin asomo de fatiga por los años. Van saliendo delicadas notas de maderas finas (castaño, cedro, corteza de nogal), incienso, cacao en polvo y un curioso apunte a caramelos y esencia de violetas. Vaya telita!! Está en todo momento en lo más alto, sin bajar la guardia.

En boca es terciopelo auténtico, absolutamente esférico y mullido, acariciante al paladar. Los taninos son perlas y se entreve un deje dulzoso y cremoso a pesar de la absoluta sequedad del conjunto. Pureza de la fruta, tempranillo pasada por el chino, sumada a una crianza que reproduce con fidelidad todo lo ya olido. A pesar de estar tallado con tantas costuras es de una simplicidad que abruma. Y a esto le sumamos que la acidez le viene como un guante. Este Vega Sicilia juega a otra cosa y señala con el dedo a los actuales vinos de la bodega como vinos menores. Grande entre los grandes. Vino perfecto!!

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2014/10/vega-sicilia-unico-1951.html