De color amarillo dorado, con mucha sensación de grosor, lágrimas gruesas, permanentes. Reflejos dorados y ambarinos.

En nariz encontramos un vino con un profundo carácter mediterráneo, expresivo, completamente desplegado desde el primer momento, sin excesos reductivos. Abundan las notas silvestres a bálsamo, retama, tallos de manzanilla, té de roca, hinojo marino, y un poderoso fondo de resinas y barniz de barca. No evoluciona en ningúm momento. Se mantiene en un tono altísimo, estridente, sin bajar la guardia.

En boca es graso, lleno, concentrado. Nos encontramos exactamente lo mismo que lo olido pero sin una marcada sensación abocada. Integrado, maduro, contundente, cálido, con suficiente acidez, lleno de apuntes amargosos y un final especiado. La barrica está soterrada aportando un muy ligero tostado. Largo!!!

Tercera botella abierta de este curioso semidulce de Alella. Se bebe con grandísimo placer a pesar de las críticas de algunos compañeros por su falta de profundidad, complejidad, y tal y tal... Ojalá siguieran elaborándose vinos como éste.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2014/08/marfil-semi-dulce-1975-gran-reserva.html