La madera le ha sentado muy bien a este Syrah

Vamos a probar este vino, un monovarietal de uva Syrah, con un año de crianza en barricas de roble francés. La botella presenta una imagen digamos...muy India... Una gran letra "R" dorada y algo floreada destaca sobre un fondo totalmente negro...impactante. La abrimos una hora antes de su cata y servimos a 17°C. El tapón (de silicona) es algo corto.

VISUAL: Color rojo picota muy oscuro, con el ribete burdeos. De lágrima fina, densa, abundante y ligeramente tintada. Bien de color.

OLFATIVA: A copa parada asoman notas de ciruelas negras pasas y algo de regaliz. De intensidad alta. Al agitar aparecen sensaciones muy frescas, florales de violetas, herbáceos de eneldo y tomillo, pimiento verde y un ligero atisbo de agradables lácteos. Pero al rato la madera se muestra poderosa, muy presente, aportando cueros, notas de cacao y tabaco (puro habano) con los ahumados asomando sutilmente. Buena nariz, intensa y compleja.

GUSTATIVA: En boca presenta buena acidez, ligeramente carnoso y con los taninos bastante dulces. En retronasal surge otra vez la fruta pasificada, algo de cítricos (piel de naranja), regaliz de palo y unos recuerdos de chocolate. Creo que la madera le ha sentado muy bien a este Syrah. De persistencia algo corta pero muy fácil de beber. Me ha gustado en su conjunto y comparado con otros Syrah indios, tiene las notas ahumadas mas controladas, sin excesos. Un vino notable sin duda.

La RCP es buena, sin pasarse, pero es un vino muy aceptable por unos 12 euros.

Lo maridamos con un rico pollo de las granjas locales, macerado durante 24 horas en una masala que hicimos con cardamomo, fenogreco, tomillo, romero y anacardos. Muy bueno estaba la verdad y combinó a la perfección con este Syrah.