Amarillo pajizo con buen brillo. Tonos dorados en ribete. Nariz muy fresca, fruta de hueso (albaricoques), piña, y limones. Punto especiado de hierbabuena. Entrada en boca con mucho volumen, y peso de fruta de hueso. Acidez muy notable, equilibrada y paso con un punto mineral. Volumen y más volumen hasta al final.

Color amarillo oro. Nariz con notas frutales de limón y pomelo, piña, pera junto. Ataques vegetales y ligera mineralidad. En boca tiene un tacto sedoso, untuoso, buena acidez y un final medio salino y algo mineral.

Botella bordelesa algo alargada (respecto a las convencionales). Cierre de sucedáneo de corcho más que suficiente para esta tipología de vino.

Visual: amarillo dorado pajizo, con algo de lágrima que a baja temperatura no se ve demasiado, limpio y brillante.

Nariz: fruta cítrica y fruta de hueso, aunque predomina algo más la de hueso (melocotón en almíbar), flores blancas y algo de tierra húmeda.

Boca: entrada fresca y frutal pero con enjundia en el paso por boca, herbáceo y mineral, golosillo y con muy buena acidez. Ligero. Invita a otra copa. Final medio muy rico, con toques minerales y salinos y recuerdo a frutas de hueso (albaricoques y melocotones).

Un albariño para chateo en barra y para aperitivos. No lo veo soportando una comida consistente, pero sí aperitivos, mariscos, pescados y como vino de barra. Muy fresco y rico. No tiene la consistencia y estructura (ni volumen) de otros albariños (que crecen con varios años de botella). Es un vino para tomar y disfrutar ya (con un poco más de 1 año y máximo a los 2 años, es decir, en no más de 8-10 meses).

Su precio anda entre 11-14 euros/botella. EMHO algo elevado para lo que ofrece (a pesar de estar muy bueno). No le veo larga vida en botella ni cualidades por encima de la media de muchos blancos tranquilos y secos. Hay blancos (de uva albariño o no) con esta frescura y que ofrecen más cosas por prácticamente la mitad de precio de este vino. RCP floja.

Color amarillo pajizo pálido con ribete de tonos verdosos, limpio y brillante. 
Nariz de mediana intensidad con notas de melocotón, alguna nota tropical y notas herbáceas, con suaves aromas de hinojo. 
En boca tiene una entrada glicérica, fresca, con fuerte componente herbáceos, recuerdos de hinojo, con un cuerpo ligero, fácil de beber, sin mucha persistencia final. 

Vista
Pajizo y brillante.
Nariz
Cítricos con notas tropicales. Intensidad media.
Boca
Entrada golosa y frutal, pero muy ajustada. Acidez briosa, casi indomable. Escaso recorrido que no sé si agradecer...
Si te lo bebes en un bar, de pié, con amigos y tapeando; no está malo, pero si lo catas...

Vino encerrado en una botella bordelesa y vestido con una discreta etiqueta en su diseño. Corcho discreto.
A la vista se manifiesta de un color amarillo pálido, limpio, brillante, discreta y sencilla lágrima que se desliza irregularmente por la copa.
En nariz discretos aromas a cítricos, notas discretas de fruta tropical de piña, y no tan discretas notas de sulfuroso.
En boca ligero y discreto, cierta acidez pero que no le dará mucha vida, fruta en boca corta. ¿Mineralidad?, discreta. Discreto paso de boca. Me da una permanencia en boca de unos discretos 1,30 minutos.
En fin un vino que no creo vuelva a probar. NO me extraña que recomienden tomarlo entre 5º y 7º grados de temperatura. El frio tapa muchas cosas en los vinos.

En cuanto al aspecto visual lo esperado y en la nariz con una intensidad normal para este tipo de vino, destaca la fruta de hueso y algo de tropical.

En la fase de la boca en mi modesto entender esta sobrado de acidez, lo cual hasta un punto me parece una virtud, pero solo hasta ahí. Luego la fruta y detalles de mineralidad.

Blanco pajizo claro, nariz de pera y plátano, boca de piña y limón, meloso consistente, final salino y medio. Buena acidez.

Color amarillo pajizo con algún tono verdoso.
Nariz de buena intensidad, buena frescura, notas de fruta de hueso, rasgos tropicales de piña, y cítricos de limón. Tiene buena carga especiada y vegetal, predominando la hierbabuena.
Boca con buena entrada, volúmen, ayudado por esa fruta de hueso. Acidez de buen carácter, equilibrada, dejando un ligero rasgo mineral y salino al final. El volumen persiste hasta el final.

Elaborado mayoritariamente con uva albariño, también están presentes las otras principales uvas blancas gallegas como son la treixadura, loureiro y godello.

Es un vino totalmente natural que no tiene crianza y cuya vocación es la de ser bebido en su juventud cuando mejor se disfruta de su expresividad aromática con deliciosas notas de fruta de hueso (albaricoque, melocotón blanco) cítricos y elegantes florales.

En boca es carnoso y frutal, con una viva acidez que le da brío y un final mineral muy elegante.