Gran Bierzo.

Vino encerrado en una botella bordelesa, vestido con una sencilla etiqueta de diseño muy clásico y cerrada con un corcho de calidad que está impregnado de bitartratos.
A la vista me encuentro con un vino de capa alta, limpio y brillante, con una buena y densa lágrima que es perezosa en su deslizamiento por el caliz de la copa. Menisco granatoso y con muy leves notas teja.
En nariz abundantes frutas negras y rojas del bosque en sazón. Después de airearle, leves tostados y ahumados de su permanencia en barrica de roble francés de calidad. Notas balsámicas.
En boca es muy elegante, aterciopelado, equilibrado, carnoso y fino, con abundante carga frutal. Notas de pimienta negra y balsámicas. Taninos domándose. Mineral y muy varietal. Con gran satifacción te llena plena y elegantemente la boca. Leves ahumados y notas de cacao de su crianza en barrica. Con una presente y elegante acidez que le dará más años de vida y que invita a beber. Muy grato, elegante y aterciopelado paso de boca. Es un vino muy largo. Me da una permanencia de 3,30 minutos. Vino que probé en la Feria de los vinos del Bierzo en la localidad de Cacabelos en el año 2014 y al que un añito más en botella le ha venido muy bién, mejorando sensiblemente.
Cata realizada en el Círculo de Recreo sobre los vinos de la D.O. Bierzo.