Es un vino de reflexión. Bajo la batuta de Raimón Castellví y Marta Conde

Es un vino de reflexión. Bajo la batuta de Raimón Castellví y Marta Conde, Roquers es uno de los vinos más constantes de la zona. La nariz es un prodigio de complejidad con abundantes notas minerales, toques de sotobosque, suaves especiados, tinta china y frescor balsámico. En boca resulta carnoso, sabroso, con equilibrio y estructura. Final levemente amargoso. Buena acidez y buen recorrido. Indudablemente el paso del tiempo en la botella le da una creciente consistencia. Por algo más de 30€ una buena compra.