Una vez más: fantástico
Corcho largo y de muy buena calidad, apenas bañado en vino por el interior. Huele muy bien.
Sacado de nevera a unos 5-6ºC pero atemperado en copas tipo Borgoña.
Visual
Amarillo dorado pálido, más claro que lo recordaba y con menos evolución que la botella del pasado verano (2019).
Limpio, brillante y de abundante lágrima de lenta caída.
Muy buena visual, corcho y packaging espectacular. Penaliza ligeramente que no tiene apenas información sobre variedades y elaboración en etiqueta y contraetiqueta. (9,6)
Nariz
Al inicio algo de reducción que se disipa con la estancia de unos pocos minutos en copa.
De gran intensidad y notable complejidad.
De inicio, fruta blanca de hueso madura, también abundantes notas tostadas de roble francés que, aunque de inicio parece que se comen algo la nariz, cuando se deja reposar en copa, se van aminorando y dando mucho más protagonismo a la fruta y otros descriptores.
Además de la fruta blanca, aparece fruta cítrica (pomelo, naranja, lima), flores blancas y amarillas, balsámico-mentolados potentes, leves anisados, herbáceos de monte, un punto de crema pastelera y natilla de vainilla, algo de membrillo que contrasta con esos toques minerales y esos tostados de madera de excelente calidad.
Con más tiempo en copa, y conforme se aminora bastante la carga de madera, junto a la fruta, aparecen algunas notas de hidrocarburos (y como de plástico) así como un buen punto mineral, vegetal y terroso.
Es una maravilla la evolución del vino, lo poderoso pero, a la vez, lo sutil, elegante y camaleónico que es.
Gran nariz. (9,4)
Boca
Ataque fresco y de cierta potencia y contundencia, seco, con buen peso y presencia pero, a la vez, muy fresco y de elevada acidez, con notas de fruta blanca de hueso pero también abundantes notas cítricas.
Aunque pueda parecer un contrasentido, lo noto menos maduro que la botella de hace un año, más acídulo, de paso por boca complejo pero, a la vez, fácil y sabroso, de volumen elevado, amplio y expansivo en boca, densidad media-alta, gran cuerpo y magnífica estructura (a lo que su crianza en madera ayuda muchísimo).
El paso por boca es sabroso, elegante, complejo, potente y redondo.
Mucho más frutal en boca que lo que aventuraba la nariz en los primeros compases de olfativa (y recién abierto).
El final es larguísimo, maravilloso, con notas de fruta blanca madura, ralladura de naranja y pomelo, herbáceos, mentolados, con notas de natilla de vainilla y un punto mineral y tostado espectacular. (9,5)
Una vez más, vinazo blanco con casi 8 años de vida (y con hechuras de sobra vivir 5-10 años más en botella, como poco).
Tiene un PVP elevado actualmente (en añadas más recientes), que ronda los 40-60€ (con una media de 50€ ya). En mi caso, pude conseguir unas cuantas botellas a 29€.
En mi caso fue un chollo, pero incluso a su PVP normal de unos 50€, considero que tiene una RCP muy buena (por sus cualidades y por su impresionante potencial de guarda).