Riesling cultivado en suelos con granito magmático, sin haber quitado la

Riesling cultivado en suelos con granito magmático, sin haber quitado la hierba durante 20 años. Selección manual de la uva en el propio viñedo. En mi botella pone que fermentó en barricas de roble centenarias y que luego reposó sobre sus lías finas durante más de 10 meses. El vino muestra un color pajizo con cierto reflejos amarillos. Nariz de buena intensidad, muy expresiva, en la que en primer plano aparecen algunas notas de la crianza y toques de levaduras, acompañados de un franco carácter floral y algunas notas cvítricas que reparecen en el retronasal. Algún recuerdo amielado. En boca es untuoso, con excelente acidez, de carácter cítrico, buen ensamblaje, notable nervio y excelente recorrido. Magnífico y con mucha vida por delante.

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