Estoy teniendo mucha suerte últimamente con los tintos. O es que mi cuerpo pide tinto después de una larga temporada entre blancos y burbujitas.
Este Las Gravas hace honor a su coupage (monastrell, syrah y garnacha) y su zona, dándonos fruta, capa, color, madurez, grado...
Tras algún atisbo de cuero y de tabaco negro, salen ya las protagonistas, las frutas, tanto rojas como negras. Maduritas, pero no mermeladas, un puntito más allá de estar en sazón. De fondo, se perciben tostadillos y, más allá, balsámicos y regalices.
En boca, licorosidad evidente, golosura e intensidad, con buena acidez y con menos corpulencia de la que se anunciaba, menos corpulencia pero muy musculada. Estructura, acidez y persistencia.
Buen vino!
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.