Un Jumilla en Copenhague

Color rojo violáceo brillante, menisco violáceo, limpio, brillante, lágrima correcta.
En nariz aromas de buena intensidad a frutas negras maduras, cereza y moras.
En boca tiene buena entrada, destaca la presencia frutal, algo goloso, fácil de beber. Buena persistencia.

Un Jumilla joven que tomado en un restaurante en Copenhague, sabe mejor que en un bar de la A7. La cata ciega debería ser siempre.

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