Longevidad riojana

De color amarillo intenso, reflejos dorados, brillante, limpio, sin un ligero asomo de precipitados. Para nada parece un vino con 65 años a sus espaldas. Lágrimas finas, permanentes, con bastante sensación de grosor.

Abierto, expresivo, sin síntomas de fatiga ni un exceso reductivo. De perfil muy similar al Monopole de 1952. Inicialmente sobresale una potente nota vegetal a yedra, esparraguera, garrigas mediterráneas, caramelo de miel y eucaliptus, que se va transformando al respirar el vino en algo parecido al alcanfor, bálsamo oriental, herbolario y un deje especiado a clavo, hojas de cajeput. Hay una cantidad interesante de fruta reducida que va emergiendo poco a poco. Salen notas de membrillo escarchados, caramelos aragoneses, miel de romero, cítricos dulces, menta, hinojos, con un fondo en el que se intuyen maderas envinadas, matices de solera y tímidos tostados. Completísimo, lleno de detalles, de grandísima calidad.

Muy seco, grueso, algo agresivo por la multitud de notas punzantes y su brutal acidez y un frescor cítrico alucinante!! Aparecen notas infusionadas: té de roca, poleo, tallos de manzanilla que vienen acompañadas de un marcado amargoso. Permanente, amplio, con tostados cremosos y un enranciado de gran calidad. Los Monopole de Cune tienen un estilo propio y diferenciado del resto de vinos de la época. Nada que ver con los blancos tradicionales de Rioja.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/08/monopole-1948.html

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