Amanecer segoviano...

Amarillo pajizo, brillo acerado, intensidad de color.

Que nadie busque mangos, piñas ni papayas. Aromas florales, lavanda, aromas frescos, hierba recién cortada, ralladura de lima, resina de pino, brisas de hinojo.

Voluminoso, encantadora acidez integrada, mineralidad en forma de tiza y yeso, terruño, profundidad, largo. Recuerdos duraderos con notas levemente cítricas...encantador. Seco y muy bien perfilado.

Ni rastro de los sabores tropicales... ¿O es que nos hemos olvidado de que estamos en Segovia?