Botella bordelesa, etiquetas modernas, corcho de aglomerado correcto para la tipología de vino.

Visual: rojo picota, capa media-alta, ribete cereza-transparente con destellos granates, excelente y abundante lágrima, limpio y brillante.

Nariz: de intensidad media que, si se deja airear, gana enteros hacia una nariz de intensidad media-alta, mucha fruta roja madura, con más oxigenación, fruta en licor y compotada, maderas finas, cedro, tabaco rubio, especias dulces, clavo y vainilla. De buena complelidad. Aroma a tinto moderno y joven muy bien hecho.

Boca: entrada fresca y golosa, no exenta de buena complejidad, suave, carnoso, taninos dulces pero presentes, con todavía 1-2 años más de posible pulido en botella. Paso agradable y sabroso. Final de longitud media con buen postgusto, final y retronasal.

Muy buen vino, moderno, diferente, muy bien hecho, de buena capa y concentración, potente para su tipología. Por su precio, en Rioja, tenemos vinos de Crianza clásicos con bastantes más meses de crianza en barrica pero con mucha menos fruta. Por precio, vino ideal para los amantes de la fruta sobre la madera. Su ligero paso por barrica (4 meses) le confieren una estructura y longevidad de 2-3 años más respecto a un vino joven sin ningún paso por barrica, pero, a la vez, se consigue no tapar la fruta que a todo vino joven corresponde.

Ideal para tomar fresquito (11-13ºC) con aperitivos y platos no demasiado contundentes. Muy buena RCP.