Nueva visita a este restaurante después de un tiempo. Viernes, típico día norteño: agua, agua y un poquito más de ....... agua.
Muy poca gente por la calle, los cuatro que "no tenemos casa" o eso es al menos lo que parece.
Teníamos buen recuerdo de la vez anterior pero no siempre sale el sol cuando queremos.
Me sigue gustando el local. Me encantan esas paredes de piedras "mal colocadas". Soy un poco retorcido yo para todo y no me gusta lo "uniformado".
Sigue siendo un local con más sombras que luces en cuanto a iluminación y pedimos la mesa más iluminada, por aquello de las fotos, que la última vez salieron mal.
Una cesta con tres pequeños panes tipo txapata, cobrados cual barra entera de pan. No terminaré nunca de acostumbrarme a pagar el pan a precio de pastelería.
Sabemos que aquí las raciones son generosas así que pedimos para compartir:
Verduras a la parrila con rulo de cabra ración mas que generosa. Las verduras con una textura pasada, ricas de sabor pero a mi las verduras dámelas "duritas", no pasadas.
Alcachofa, calabacín, espárragos trigueros, champiñores y el rulo, en tamaño enorme. Repito que sabor tienen y agradable además pero no son recién hechas precisamente.
Teníamos un recuerdo especial de un plato degustado la última vez y hemos querido repetir.
Fritura de calamar de nuevo una ración de tamaño XL. Reconozco que estaban bien preparados. Acompañados de una salsa tipo mayonesa y del trozo de limón correspondiente. Ingrediente echado en falta: la sal. A mi chica le encanta untarlos en la salsa pero a mi me gustan como son y por mucho que sea sano comer sin sal........ sano no ha sido nunca sinónimo de rico y creo que jamás lo será.
Como último plato nos decantamos por un Salmón a la plancha con verduras en este caso sucede lo contrario. La sal en demasía.
No exagerado pero sí pasado de punto. El pescado muy rico, bien preparado. Se hubiese agradecido más cantidad y menos "adornos" pero...... así son las cosas.
Para beber nos hemos ido a un Albariño Mar de Frades 2012 siempre ha sido un vino que me ha gustado bastante, pero esto de "evolucionar" al final va a ser un "problema" para mi.
No me ha emocionado para nada. Rico claro que está, beberse se bebe fácil pero ni en nariz ni en boca me ha sugerido nada en especial.
Teníamos un recuerdo especial de una camarera que nos había atendido en un par de ocasiones, una chica muy simpática, agradable. Hoy noa han atendido bien pero al igual que a la fritura de calamar, le faltaba....... la sal. Una pena cuando vez que se está ahí por obligación, sin ganas. Seguramente su salario será básico, muchas horas y poco sueldo pero puedo prometer y prometo que yo no tengo la culpa.
Un cortao correcto y volvemos a coger el paraguas y recorrer el camino hasta el coche para volver a nuestro pueblo donde tomar un GT rodeados de los quintos de nuestros hijos pues nuestros quintos están en casita viendo la tele. Así nos luce el pelo.
Quizás y digo quizás, algún día nos demos cuenta de que el dinero no se come pero ese día será tarde.