Nuevo viernes, y nueva visita. Esta vez con 3 matrimonios, uno de ellos no sabía lo que eran, así que más divertido. El otro es habitual de calçots en temporada de nieve bajando del pirineo.

Esta vez la morcilla fue más generosa en el entrante. La salsa romescu buena (incluso te la venden para casa). Los calçots en su mejor momento de tamaño aunque esta vez salieron algunos demasiado crudos; afortunadamente no habian más que otra mesa porque si hay que sacar calçots para todos, se pondría dificil de estar en su punto. En general buenos y supercalientes.

La butifarra muy buena, buen tamaño y su punto picante. El postre sin cambios.

Para beber una de agua. Vino blanco: el coto 2012 y el consabido Négora de La Mancha. Unos cafés.

Mision cumplida. Mono quitado. Otro dia es posible que vayamos a la oferta de chuleton para dos personas. lo que se vaía de carne en la barra, merecía la pena.

Pues avisado por Aloof de que era un local de calçotadas sin tener que hacer 250 km de ida y otros de vuelta, pues a probar.

Local ya muy bien descrito por Jujo así que, sin cambios. Jordi a pie de brasas se deshace para agradar. Local como un bar de barrio.

La ración de calçots es de 12 por pèrsonas traidos desde Tarragona, son con pedigree. Muy buenos, bue tamaño, alguno un poco más crduo de lo deseable, envueltos en periódicos aguantan el calor con fuerza. Se acompañan de una salsa romescu buena, suficiente densidad, con almendra muy presente, incluso al masticar (mejor serían la misma cantidad pero con más fino triturado), en cantidad hasya que te canses. Mde olvidaba del aperitivo una morcilla de la zona, loncheada sobre una yesca de pan con algo de tomate, buena y que sabe a poco.

Tras los calçots vienen dos longanizas por persona (butifarra catalana) bien especiada, sabrosa, bie hecha a la brasa, con su punto de pimienta negra. Acompañan unas patatitas fritas a gajos.

No hay alcachofas a la brasa, ni chuletas ni fabes. Estamos en un menú de barrio que lo importante no es alir hartos de coer, sino comer a buen precio.

De postre un bizcocho de chocolate con abundante chocolate fundido por encima y el detalle de nata prescindible.

Para beber una de agua y una botella de syrah Négora para no encarecer el precio del menú. Eramos 4 y la mayoría poco bebedores, casi sobró.

En resumen si eres esquiador y vas a Valdelinares a quitarte el mono, aquí puedes quitarte el mono de calçots con decoro.
Así lo hicimos las dos mesas que estabamos: Aloof y Abreunvinito. Repetiremos.

calçotadas encargadas para cuatro personas 14e por "barba".
48 calçots, morcilla de carne co9n pan tostado y patatas,dos cuencos
con la salsa de los calçots,ni acida ni liquida,espesita y muy buena
ocho "butifarras" blancas la mitad de ellas hechas con rebollones,
buenisimas si nada de grasa.dos bot.de un sirah de la mancha que se
dejaba beber,cuatro tartas de choc.con nueces y nata,una gaseosa y
trs infusiones.total 64e.extraordinario.habia otra mesa de dos
matrimonios entre los cuales habia un veremero que no para aunque
le abras un vino.

Restaurante que pasa casi desapercibido en la zona del Ensanche.
Al comedor se accede a lo largo de una gran barra, con una decoración muy tradicional y un aspecto de lo más convencional.
Mobiliario correcto, mantelería de papel y cuadros de época por las paredes.
Hay un menú de chuletón por 40€ para dos personas que paso a detallar.
- Ensalada de lechuga, tomate y gulas con salsa. No está mal.
- Fuente de patatas fritas, pimientos, champiñones y un huevo frito por comensal. Las patatas eran enormes, con estupenda fritura, sin una gota de aceite y elaboradas en cocina, no congeladas. Plato potente y sabroso, sencillo pero bien hecho.
- Chuletón de vacuno de unos 800 g. Lo pedimos poco hecho y así llegó a la mesa. Lógicamente, sumado a los platos anteriores, no lo pudimos acabar. Carne estupenda, de las que son verdaderamente difícil encontrar en Valencia si no te dejas una suma considerable. Dada la magnitud de la carne, se pueden encontrar diversas texturas y sabores según nos acerquemos o alejemos del hueso. Para disfrutar, sin duda.
Aunque quisimos prescindir del postre, probamos un poco de calabaza asada. Y dos cafés.
De beber, un shiraz de Castilla La Mancha que se podía beber, en copas correctas. Lástima que no se cuide un poco más la selección de vinos.
Al preguntarle por el precio (el margen ha de ser escasísimo), el propietario nos dijo que Casa Carmen funciona por encargo. Se encarga de elaborar platos y menús a petición de los clientes y así ajusta los costes al máximo.
En definitiva, un restaurante para ir a comer cantidades importantes, también por encargo y con una cocina no demasiado elaborada pero sí honesta.
También disponen de calçotades.
https://www.facebook.com/pages/Casa-Carmen/551509524868115

haciendo uso de una oferta fuimos mi esposa y yo el viernes.es mas un bar que un rest.local sombrio y desangelado,las mesas grandes y no estaban mal vestidas la vajilla y el coperio correcto.teniamos una armo
nizacion"maridaje" de una copa de cava brut castellblanch,un rueda blanco y un rioja tinto.la comida fue,entrantes:cuatro langostinos rebozados con cereales,bien,cuatro saquitos de pasta rellenos de paasta de mariscos,bien,dos montados con brandada de bacalao y otros dos con lacon champiñon y gulas,buenos,de plato fuerte un chuleton de 800 gramos "muy hecho",para hacer tiempo que no comiamos eso la verdad
que estaba sabroso ym bastante tierno,acompañado de una fuente con patatas y pimientos.postre dos trozos de tartas caseras,pues eso caseras.un agua grande y un cafe.2'50 el agua y el cafe y 22 e.la comida.por ese precio la verdad que se puede volver.