Restaurante Zen en Valencia
Restaurante Zen
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
15,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
nunca
Nota de cata PRECIO MEDIO:
35 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.5
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.6
Comida COMIDA
7.0
Precio medio entorno ENTORNO
6.6
RCP CALIDAD-PRECIO
6.9
Opiniones de Zen
OPINIONES
57

En ésta ocasión no fue mia la elección de éste local, salvo sugerencia y visto que algunos de los comensales asistentes no lo habian visitado y les apetecia conocerlo. Lo curioso del caso y resulta una coincidencia total, siempre que lo he visitado me han ubicado en la misma mesa....no creo que me la tengan adjudicada :-).
Como la nota anterior, no describo el local puesto que está totalmente referenciado por la mayoria de valoraciones, incluida la mia.
Cuando visitas éste restaurante con diferentes comensales, se hace poca variación respecto al menú que se solicita, y por regla general se suelen repetir la mayoria de platos salvo algunas innovaciones; más que nada por ir a lo seguro puesto que como muchos desconocen el tipo de cocina, a pesar de que se les deja que elijan, normalmente suelen renunciar a pedir, así que suma y sigue.
El total de comensales eramos 8 y alguno habia visitado el restaurante, así que se unio a la orgía de pedir, que dicho de paso, era un poco desbarajuste puesto que había quien estaba deshojando la margarita sobre sí le iba a gustar ó no..si, no, si, no...un lío. Para unos muy fuerte, para otros suave, correcto, que si me gusta más, menos....en fin, con niños no se puede salir de casa. Bueno lo de niños es un decir....algún comensal cerca de los 50 pero con desbarajuste gastronómicos...seguramente por el tipo de local pues el piquito lo tienen fino.
La comida consistio en rollitos vitnamitas, tabla de sashimi, tabla de sushi, triangulos al curry, pato laqueado de Pekin, pollo mandarin, cordero al estilo mongol, arroz blanco aromatizado, tallarines zen y pan de gamba. La comida toda correcta y buena elaboración tal y como indique en anteriores valoraciones, sin apreciar cambios en elaboración, salvo el cordero al estilo mongol que en otras ocasiones resultaba un plato sabroso y suave, en ésta resulto ligeramente picante.
De bodega 2 botellas de Loriñón (14€ c.u.), y de postre kiwi natural, tarta de avellana crujiente y helado con nueces cantones, con buena presentación.
Sigo opinando que los postres es una de las asignaturas pendientes de éste local, al igual que la bodega que resulta demasiado limitada pero con precios comedidos. Las copas para el vino sigo opinando son mejorables.
Servicio muy atento y amable, rapido..tal vez diria demasiado por parte de algún camarero que se limito a quitar platos a media comida...el pobre no se enteró muy bien de que iba..seguramente seria nuevo.
Lo realmente importante es que la totalidad de comensales (me excluyo porque llevo varias visitas), salio totalmente satisfecho, indicando alguno que por iniciativa no hubiesen visitado un restaurante de éstas características pero que lo anotan en su agenda para repetir.
Lo mejor de todo, sin duda, la compañia tan grata.

Nueva visita el viernes día 26 de marzo para cenar..en total 6 comensales. No detallo nuevamente el local puesto que desde mi última visita no ha variado en nada.
La cena consistio en rollitos vietnamitas para los 6, estando bien de textura y sin una gota de aceite lo cual me gusto. Tabla de Sashimi y tabla de sushi, buena materia prima, correcta elaboración y buena presentación. Pato laqueado y cordero al estilo mongol...bueno aqui podría hacer mención por separado de cada uno aunque tampoco hay que resaltar ninguna esquisitez en ninguno de los dos pero sí una correcta elaboración, carne tierna, muy gustosa y recomendación para los nuevos que asistan no hay que dejar de probar el cordero al estilo mongol...gusta y bastante. Tampoco podía faltar el arroz Zen....bueno siendo de valencia como que este tipo de arroz...pues vale.
De bodega una botella de Loriñón, los refrescos antes de la cena y como postres plátano frito y varios de helados con nueces cantones que no estuvieron mal y la presentación muy adornadita y correcta.
El servicio muy amable y atento y sorprendentemente rapido para tener el local totalmente lleno.
La bodega como siempre...no es el fuerte al igual que tampoco son los postres exceptuando unos pocos. Las copas para el vino mejorables.
La cuberteria, vajilla y demás muy correcto y acorde al local, al igual que buena presentación de mesas y espacio suficiente...al menos en la redonda nuestra.

Está claro que han conseguido el objetivo de ser un restaurante oriental de mayor calidad que la media, pero aún muy lejos del nivel que creen tener y que sí reflejan en la cuenta. Ninguno de los platos que pedimos me sorprendió por su calidad, salvo el postre, un sorbete de mango que me sorprendió por lo malo que estaba (muy artificial, sabía a gominola). Y también me sorprendió el precio: 55 € por persona, muy lejos de lo que espería para lo que comí esa noche. Eso sí, la carta de vinos está muy por encima a la de cualquier otro oriental en el que haya estado.

Otro aspecto muy negativo: lentitud desesperante! Comprobé que hay más gente en el local de la que pueden atender correctamente. Tardaron 1 hora en traernos el primer plato. Y una cena para dos se prolongó 3 horas. El personal correcto en el trato, pero poco profesional y mal organizado. Resultaba difícil encontrar a un camarero que te atendiese. Y para pedir la cuenta muchos clientes optamos por levantarnos e ir a la caja a pedirla.

Una experiencia francamente mejorable. Probablemente vuelva un día entre semana, a ver si con menos gente tienen un servicio aceptable.

Al igual que siempre que he visitado este local y van muchas, lo primero que te encuentras nada más abrir la puerta es el grato recibimiento que te hacen, con amplia sonrisa que ya de entrada denota las ganas de agradar y quedar bien con su clientela.
El local aún siendo muy amplio resulta suficientemente acogedor, con correcta separación entre mesas bien presentadas y el servicio sin ser especialmente profesional, resulta muy atento, amable, cuidadoso y con muchas ganas de hacerte pasar una grata estancia, aunque en ocasiones hemos tenido algun asistente que apenas entendia el castellano. La cuberteria (palillos) nuevos :-).
Los platos elegidos fueron los rollitos vietnamitas (buena textura y exentos de aceite), tablas de sushi y sashimi (buena materia prima y elaboración) con buena presentación, pollo al curry y pato laqueado.
Como postres que es la asignatura pendiente desde que se inauguro y que a mi juicio suspenderan aunque se presenten para subir nota ó repitan curso, tomamos unas tartas de la casa para compartir y plátano frito.
Para beber, rios de sake calentito que entra mejor..no te enteras y posteriormente pagas las consecuencias,..agua y refrescos a la entrada, finalizando con cafés (otra asignatura para mejorar nota) y algun licor adicional.
La bodega practicamente sigue igual y no ha evolucionado desde que abrieron el local, aunque puedes encontrar alguno que se acomode en función del tipo de comida elegida.
Como es normal, repetiremos proximamente.

Para mi, el mejor restaurante asiático de valencia. El servicio extraordinario y la comida insuperable. Recomiendo las especialidades al vapor (de carne y de gamba), los rollitos vietnamitas, el cordero estilo mongol, el buey salteado con espárragos, el rodaballo, el arroz Zen el mejor de todos, y de postre las bolitas recubiertasd de coco, la pinta no es demasiado apetecible pero están exquisitas.

Esta vez, elegimos la opción de menú de entre semana.
Rollitos vietnamitas con ensalada, realmente ricos.
Ensalada Thai con una vinagreta de naranja.
Principal: taquitos de buey con esparragos verdes plancha, acompañado por un maravilloso arroz Zen.
Exquisito postre, sorbete de naranja y plátano, que resulto ser una especie de pudin de naranja y plátano frito caramelizado buenísimo.
Bebida e infusión.
Para repetir una y mil veces.

Este restaurante asiático es mi favorito en Valencia. Está todo buenísimo. Los rollitos vietnamitas, el pato laqueado, el rodaballo con su espectacular presentación, la témpura, el sushi y el sashimi... mmmm me voy allí ahora mismo!!

Comida familiar con los chavales, elegimos este restaurante oriental del que ya les habíamos hablado y que parece ser “tenían en su agenda”.

Como celebrábamos un aniversario, elegimos de nuevo “fiesta”, y así empezamos con los conocidos Rollitos Vietnamitas, continuamos abriedo el estómago con una ensalada de Tofu con Algas, luego llegó un curioso Cariforni Maki Roll, tras este pasamos a una tabla de Sashimi, continuamos con otra de Sushi, y nos vamos yendo hacia el final con un Maki de Buey relleno de verduras a lo que le sumamos otra de Buey con espárragos para dejar la plaza rendida. De postres 2 tartas Zen de chocolate, una tarta de Avellanas y una de plátano frito con nata. Los postres son la asignatura pendiente.

Para beber refrescos y agua los chavales, y nosotros Cava Brut Reserva Especial de Dominio de la Vega simplemente fantástico. Café e infusión.

Francamente bien, me gustó mas que en mi anterior visita. El servicio como siempre muy atento y agradable. Los chavales con dos sonrisas.

Hacía tiempo que no visitábamos el restaurante Zen. Movidos a probar la enorme oferta asiática que se ha desplegado por la ciudad, habíamos dejado algo de lado el que fuera nuestro restaurante asiático predilecto.
Grata sorpresa al comprobar que las cosas se siguen haciendo muy bien. Recordamos la maravilla del maguro picante, una delicia que no he probado en ningún otro sitio y que siempre recomiendo a los visitantes del Zen. El sushi sigue siendo de buena calidad, el precio de las tablas se han quedado algo altos comparado con el resto de la oferta de la ciudad pero la calidad es buena y la elaboración perfecta, con el arroz prieto y el pescado fresco y terso. La tempura de verduras sigue siendo ligera, alejada de esas otras que pruebas que parecen buñuelos con verduras.
Carta de vinos sencilla, inamovible en el paso del tiempo y con precios moderados. Sigue faltando una mayor variedad de espumosos pero los vinos blancos suplen esta carencia.
Como siempre, el servicio es esmerado y atento.

Me alegro que las cosas sigan bien.

Vamos ha este asiatico 2 ,3 veces al año,y es para mi uno de los mejores de valencia en cuanto a calidad y cantidad.El servicio es amable y la comida buena ,como: lo triangulos de curry,los rollitos ,el cordero al estilo mongol,los tallarines. En lo que mas flojean es en los postres la rcp es aceptable

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