Considero que el problema principal, vistas también anteriores criticas, es que no te atendieron personalmente ellos. Parece que el encanto del local reside precisamente en el personalismo que ellos impregnan al local. El personalismo está bien porque te permite la cercanía con el cliente y dar un plus de calidad a tu local, el inconveniente es que cuando no atendientes tú, el dueño o dueños, se pierde gran parte de la magia, y claro, cuando mal acostumbras a un cliente, luego es difícil renunciar a tu trato. Particularmente no me gusta valorar un restaurante de mayor a menor grado si me atiende el dueño o no. Considero que hay que tratar de ser más objetivo y no dejarse llevar por el 'engaño' del buen trato que el dueño te pueda dar, porque eso, al final, te aleja de la 'realidad' de una cena o comida que tiene que valorarse por el servicio, la comida, la atención (que a mi gusta por la cortesía pero no llegando a una familiaridad extrema), la comodidad del local, el menaje, la atmosfera y por una buena RCP, además, claro y, más en este foro, por el trato y el cariño hacia el vino. Es mi humilde opinión y reflexión al respecto.. Un abrazo.