Versatil restaurante (dudo que tenga problemas para afrontar la crisis) que ofrece desde un tapeo de calidad en su impresionanate barra, hasta comer a la carta o menú degustación en la vertiente más tradicional o la más creativa. También ofrece un interesante menú de la casa compuesto de 2 platos (que están en la carta), postre, bebida y cafe a 25€.
Optamos por esta última opción, combinando con algun plato de la carta y comimos bien por algo mas de 30€. A destacar el insuperable arroz a banda.
Excelente carta de vinos y servicio
Tal como dice Esther en un comentario anterior, con quien compartimos mesa y mantel, tal vez no elegimos el mejor día para ir a este Restaurante. Lo cierto es que el servicio no estuvo a la altura ya que desde que nos sentamos, sobre las 14:15, los primeros entrantes nos los servían cerca de las 15:00. Respecto a la comida, bastante bien los primeros platos a compartir -los mejores la puntilla y los tacos de atún con costra- y bastate flojo el arroz abanda, muy a pesar de lo bien calificado que está en la guía de García Santos. El servicio del vino empieza por cometer errores de bulto en la carta, al haber importantes equivocaciones en el nombre de algunos vinos, sobre todo los internacionales. Al menos, te da motivo para distraerte mientras esperas.
Despues de un encuentro de foreros estupendo decidimos comer en el restaurante La Sirena. Optamos por cinco entradas y segundos (arroces y un pescado). Elegimos mal día para ir porque había alguna celebración y esto retrasó sobremanera el servicio. Desde que pedimos la carta hasta que tomamos la primera entrada pasó casi una hora. Al menos para hacernos más llevadera la espera nos trajeron unas olivas, almendras fritas y degustación de los ali-olis del día (aceituna verde, yogur y limón, muy original éste último). Si llegan a tardar más nos levantamos porque con los aperitivos de cortesía hubieramos comido.
No acertamos con el carpaccio tibio de rape que nos resultó insípido ni con el surtido de croquetas caseras. Estupendos los tacos de atún en costra, los chipirones salteados con judías verdes y las navajas. Los segundos bastante flojos, tanto el arroz a banda (ligeramente salado), como el lenguado que estaba demasiado hecho y la crema de limón que llevaba enmascaraba el sabor del pescado. Habra que volver porque en esta ocasión resultó ser un restaurante más muy lejos de encantar.
Restaurante con escaparate,que les llamo yo,en el que ante tanta diversidad de bichos buenos no sabes cual elegir,por lo que es mejor dejarse llevar,dejamos que nos sirvieran y fue todo un acierto,materia prima de primera calidad con una coccion perfecta,buena carta de vino y servicio muy agradable y familiar,¿que mas se puede pedir? un acierto,valio la pena desplazarse.
Después de mucho comentarlo me desplace a comer con unos amigos que me habían hablado muy bien de este restaurante situado junto a la Estación de Autobuses de Petrer. Situado en una esquina de un edificio que permite la entrada de luz natural. Nada más entrar te encuentras con una buena barra y unas buenas neveras donde se exponen al activo de este restaurante la excelente materia prima de la Mar. Gambas rojas, excelentes percebes, buenos pescados de roca. A la izquierda subiendo 3 escalones entras en un primer comedor de no-fumadores y luego a fondo el otro comedor de fumadores un poco marginado al no contar con luz natural. Después de mucho debatir, nos decantamos por el menú de degustación 60€/persona. Extenso menú de 11 platos incluyen un divertimento de quesos y 2 postres. Empieza con varios entrantes a destacar la vieira asada, el carpaccio de langostinos y el atún en costra de especies, excelente ventresca en maravillo punto de cocción. También me llamó la atención la calidad de los salmonetes, carne tersa y sabrosa perfectamente preparado con pesto de avellanas. Finaliza el menú con solomillo de ciervo con setas de temporada, muy sabroso si bien aquí ya se empieza a hacer cuesta arriba. Antes de los postres el divertimento de quesos para llegar al carpaccio de piña y al soufflé caliente de chocolate con menta. La materia prima excelente, buena presentación en todos los platos el servicio es algo lento; pero en el menú de degustación no está de más. La carta de vinos y licores bastante extensa con algunas referencias interesantes. Los precios en línea con lo que hay en otros restaurante, buenas copas y buena conservación en la cava que tienen junto al comedor. Tomamos Finca Malaviena 02, excelente.
Al ser la primera vez que fuimos y ver el escaparate que tenía optamos por declinarnos un poco por los pescados y maríscos. Tomamos aperitivo de percebes, ostras y cañaillas, y para comer vieras, langostinos en salsa dulce, y un arroz a banda exquisito, cava y vino blanco de la tierra para acompañar. El servicio atento pero un poco lento para la gente que habíamos exceptuando un camarero un poco adusto; local muy bonitoy los aseos bien. Aunque no tenga 1 Michelín está a su altura o más.
Estuve en La Sirena el año pasado, un dia de negocios, llegamos bastante tarde al local, 15:45, al final nos concedieron que comieramos el menu degustacion, muy bueno, las cristaleria buena, el servicio profesioal como debe de ser. Tambien tienen el servicio de barra, de tapas y bocadillos, impresionante. Un abrazo para la sirena, y seguro que volvere.
Un descubrimiento para alguien que viene desde barcelona. La zona de tapas es de imaginación al poder. La carta muestra solidez y una buena criba para legar a los mejores platos.Lo más flojo, los postres.
En visita con mi cuñado. Servicio del vino, cierta indiferencia, no me es dado a probar tras el descorche; reposo en cubitera, y ahí quedaría si uno mismo no se lo sirve: sólo en una ocasión el camarero rellena la copa. La carta de vinos es amplia y extensa, pero insuficientes, porque intentamos retenerla para descubrirla y explorarla y nos fue denegado. Corrección.
La calidad de la materia prima es lo mejor de todo; en las elaboraciónes la puntuación decae un poco. En platos preparados, a resaltar sobre todo los tropezones, acompañamientos y guarniciones. Pedimos el menú degustación: no sabes el precio hasta pagar la cuenta. La vieira presentada perfectamente con una excelente vinagreta. Las gambas marinadas algo insípidas. Los langostinos asados: sobresalientes en su presentación. La sopa fría de tomate con mascarpone, muy buena. El lenguado luce extraordinariamente. El atún algo seco y quebradizo, le falta calor; el espagueti no me convenció, algas requemadas. El mejor plato: el salmonete con arroz cremoso de galeras y cefalópodos. El asado de cerdo ibérico: seco y frío. Los postres extraordinarios, a destacar la copita de helado de café con chocolate y crocant. En general, LA SIRENA es un gran restaurante, pero en mi caso debo de bajar un poco la puntuación, porque uno espera algo más de un restaurante como este; le falta ese toque maestro. La RCP es alta.
Restaurante de referencia en la zona en el que la carta es amplia e interesante y Norberto se esmera en los vinos (amplia carta nunca completa por el incesante incremento de las referencias). Excelente opción el menu degustación (48+iva+vino) en el que destaca el carpaccio de langostinos con huevas de trucha y vinagreta de anis verde y el arroz ¿de galeras? con salmonetes (excepcional). Ojalá en Madrid tuvieramos unas cuantas Sirenas de estas.